LA VIDA EN LA TIERRA: ORIGEN Y EVOLUCIÓN

La vida en la Tierra

es un libro interesante y curioso que muestra cómo se ha formado nuestro planeta y sus primeros seres vivos. Son temas capaces de llamar la atención por su contenido del que mostramos un pequeño resumen:

La Tierra se formó a partir de polvo y gases en un disco que giraba hace 4.600 millones de años alrededor del sol.

Más tarde, desde el espacio exterior, un asteroide chocó contra la Tierra extrayendo de ella un remolino de rocas que se perdió en el espacio volviéndose a congregar y girando a nuestro alrededor: se formó así la Luna.

Casi desde los inicios hace 4.000 millones de años, y en el seno del agua, una compleja y aún poco conocida evolución de molecular originó polímeros de hidratos de carbono, ácidos grasos, proteínas y ¡ácidos nucleicos! (las únicas moléculas conocidas capaces de desencadenar procesos de reproducción). Así se dio el tercer paso decisivo de la historia de nuestro planeta.

La aparición de las bacterias y más tarde de protozoos y organismos metacelulares fue una consecuencia “inevitable” de los pasos anteriores.
La vida se presenta en el libro como un proceso de autorregulación y de adaptación a las condiciones variantes de la superficie de nuestro planeta (agua, aire, suelos, temperatura…). Algas, invertebrados y vertebrados marinos… y más tarde la colonización de los medios terrestres por parte de las plantas con tallo y semilla, de los insectos y de los anfibios.

Gracias a la Luna existen mareas que se ha demostrado que han cumplido un papel decisivo en el desarrollo y evolución de la vida en su lugar preferido: el litoral.

Anfibios, reptiles, dinosaurios, aves, mamíferos… no son más que una demostración más (más cercana y conocida) de la tendencia lineal que a grandes rasgos ha seguido la evolución biológica, interrumpida por momentos de grandes extinciones que probablemente han sido también “motores” de la evolución.

La segunda parte del libro comenta cómo la materia y la energía de nuestro planeta describe ciclos como el del sol, que establece las estaciones, el del agua que hace que esta sustancia vuelva a aparecer siempre o el ciclo del carbono, que renueva la materia más importante de los seres vivos al mismo tiempo que regula la temperatura de la superficie terrestre mediante el efecto invernadero.

También existen ciclos en los tamaños y posiciones de los continentes y los océanos que se mueven y sobre todo, en el clima, que es el resumen de las condiciones de energía existentes en la superficie terrestre en cada momento: Periodos fríos de glaciaciones se han ido alternando con otros de calor por efecto invernadero en intervalos con ritmos difíciles de descubrir.

Los ecosistemas (ahora y en el pasado) funcionan y han funcionado gracias a esos flujos y ciclos de energía y materia de un planeta vivo, que tal vez por ello ha albergado y alberga la vida.

Los ciclos consiguen equilibrar los sistemas materiales de la superficie terrestre, pero al mismo tiempo solo funcionan si hay equilibrio. O sea, el desequilibrio lleva a las regresiones de los ecosistemas y a las extinciones de la Biosfera!

Ahora que los seres humanos conocemos estos secretos tenemos la enorme responsabilidad de evitar contribuir negativamente (contaminación, efecto invernadero…) al desequilibrio del planeta.

Es verdad que estas cosas nos las han contado en clase en varios cursos y asignaturas. Pero es muy distinta la lectura en un libro de texto a la lectura de un libro como éste, que va haciendo descubrir, como en una novela de apasionante intriga y misterio, las “aventuras” de dos protagonistas: la Tierra y la Vida.