EL MEJOR LUGAR

Los cordobeses cofrades, en Semana Santa, se encuentran buscando el mejor lugar, llegado el momento. La perfecta callejuela, la “lugubridad” idónea, la marcha soñada, la plaza más bonita, la “revirá” más enrevesada, la chicotá justa, el levantamiento con más fe, la saeta precisa… en fin, el mejor lugar.

Por ejemplo: María de la Palma en San Lorenzo, el Huerto en el arco de San Francisco, La Niña Gitana en San Zoilo, las Penas en Santa Catalina, María de la Amargura en la plaza del Alpargate, el Cristo del Amor en su regreso, La Estrella en Colón, La Coronación en la Puerta del Colodro, la Vera Cruz sobre el río Betis, Sentencia en San Felipe, El Cristo de la Salud en la calle Encarnación y Ánimas en San Andrés; el Cister en su plaza, la salida de La Santa Faz, en su barrio La Agonía, El Buen Suceso a la una de la “madrugá”, el Prendimiento… el Prendimiento donde se quiera; Pasión en su particular Vía Dolorosa de Caballerizas Reales, la salida y la entrada de María Santísima del Rocío, Jesús del Calvario donde diga fraile Juan, Misericordia en la Corredera, la Paz en la Plaza del Cristo de los Faroles, la Nazarena en su colegio; al Señor de la Fe en la Victoria, el Caído en su cuesta, las Angustias Coronada en Torres Cabrera, al Esparraguero, San Lorenzo le viene bien y la Plaza del Potro un buen marco para la Caridad; el Viernes Santo, mejor comprarse un abono para la calle Deanes y contemplar a La Soledad, a La Expiración, a María del Buen Fin y al imponente sepulcro; a Los Dolores donde se quiera; con la Alegría… con la Alegría, pasa con ella toda la mañana del domingo de Resurrección.