mayo de 2010
número 3
Versión imprimirAMOR PERFECTO
María Barral Gil
Alumna de 2º ESO D
Él la observaba. La miraba mientras pensaba. Se los imaginaba juntos: él y ella. Sabía que serían la pareja perfecta: siempre estarían de acuerdo, nunca se pelearían, irían a todos lados juntos, comerían juntos, hablarían juntos... en fin, compartirían su vida.
Además daba por hecho que ninguna discusión, tormenta, o terremoto los separaría. Unidos por siempre, de eso estaba completamente seguro. Como un amor perfecto, una moneda cuyas caras nunca se separarían, un sueño inimaginable.
Pero a los cinco minutos de estar imaginando esto, rechazó la idea. Detuvo un momento sus pensamientos, y se rio de él mismo por lo ingenuo que había sido, porque, al fin y al cabo, ¿quién puede enamorarse de su propia sombra?
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