SÉNECA DIGITAL

Revista digital del IES Séneca


mayo de 2010

número 3
ISSN: 1988-9607
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ENTREVISTA A JUAN ANTONIO BERNIER BLANCO

Nieves Marín, Irene Sánchez, Álvaro García, Andressa Solís
Alumnos de 2º de Bachillerato

- Luis Antonio de Villena en 2003, en su antología La lógica de Orfeo, contrapone la voz órfica y la voz lógica como voces complementarias en el grupo de poetas jóvenes a los que usted pertenece (fecha de nacimiento no más allá de 1965). ¿Qué opina de esa apreciación? ¿Cuál de las dos predomina en su poesía?

Mi generación ha luchado por erradicar estas falsas dicotomías. Creo que Villena, que es muy sensible con nuestro trabajo, recoge esta idea y le da forma con mucha inteligencia.

- ¿Encuadraría su obra en alguna corriente literaria? De hecho, ¿cómo definiría su obra?

Usando unas palabras de Supervielle, me considero “el más confuso de la gran asamblea”. Tengo pocas certezas y cambian constantemente.

- ¿En qué momento se encuentra su producción poética, ¿hacia dónde avanza?

Trato de gustarme a mí mismo. En esto soy bastante exigente. Intento sorprenderme. Este es el objetivo de los poemas que escribo ahora. También espero que puedan gustarles a otras personas.

- ¿Cómo ve el panorama poético actual? ¿Goza de buena salud, con propuestas interesantes, o predomina la burda imitación de fórmulas exitosas?

Hay poetas de gran altura. Incluso algunos genios. Sin menospreciar a nadie, Luis Muñoz, Carlos Pardo, Abraham Gragera, Juan Andrés García Román, Rafael Espejo y Juan Carlos Reche están entre los mejores.

- Todos conocemos los clichés que presentan a los poetas como seres borrachos, melancólicos y atormentados en pugna constante con la época que les ha tocado…,¿han quedado superados dichos tópicos o condicionan en cierta medida la visión que la sociedad guarda del poeta?

A cada cliché le corresponde un poeta que lo representa a la perfección en cada localidad, por pequeña que sea. La sociedad, en general, no tiene una idea clara de lo que sea ser un poeta en nuestro tiempo. Pero la verdad es que yo tampoco. Un poeta es alguien que escribe poemas, y ya.

- ¿Tiene sentido servirse de los metros clásicos o pertenecemos a la época de la experimentación, del “todo vale”?

Intuyo que hay algo despectivo en la expresión “todo vale”. Obviamente todo no vale. Vale lo que es apropiado, o eficaz, para cada poema. Los metros son sólo una herramienta más.

- Escribía Pessoa que “el poeta es un fingidor”. ¿Cuánta parte de usted, de sus vivencias, recoge su poesía y cuánta es fingida?

Lo fingido también es parte de mí.

- "Ser ladrón de arte es una de las pocas profesiones románticas que quedan en el mundo". ¿Cómo de "ladrón" se consideraría usted?

Muy ladrón, pero poco romántico.

- ¿Es usted de los que se confía a sus “musas” o de los que las encuentra gracias al trabajo?

Sólo me tomo la molestia de escucharme a mí mismo (“converso con el hombre que siempre va conmigo”, decía Machado) y a los/lo demás.

-  ¿Qué consejo daría a aquellos que se inician en el mundo de la escritura? ¿Cómo comenzó usted su andadura?

Les diría que publicar es la parte menos importante del proceso. Comencé a escribir para poder respirar.

- ¿Cómo se logra encontrar la voz propia? ¿Cuándo percibe uno que lo ha logrado?

Quizás se percibe cuando uno ve que los demás la perciben. Algunos poetas tienen el privilegio de hablar con una voz personal desde el primer poema. En mi caso, llegué a ella, si es que he llegado, escuchando obsesivamente la voz de los otros.


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