SÉNECA DIGITAL

Revista digital del IES Séneca


junio de 2015

número 5
ISSN: 1988-9607
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EL DEBILITAMIENTO DE LA CAPA DE OZONO

Lucía Collado Gallardo, alumna de 1º Bachillerato

En mi opinión, la disminución de la capa de ozono es el problema medioambiental más grave entre los muchos a los que debe enfrentarse la humanidad.

Los efectos que el hombre ha ejercido en la Atmósfera, a partir de la Revolución Industrial, han significado drásticos y perceptibles cambios en su composición, amenazando todo el Biosistema.

El ozono, ubicado en la estratosfera como capa entre 15 y 30 kilómetros de altura, se acumula en la atmósfera en grandes cantidades y se convierte en un escudo que nos protege de la radiación ultravioleta que proviene del sol haciendo posible la vida en la Tierra.

El gas ozono está en un continuo proceso de formación y destrucción, ya que al poseer tres átomos de oxígeno que se liberan a la atmósfera, siempre uno de ellos se une a una molécula de oxígeno y forma nuevamente ozono, este último, después de absorber rayos UV se divide formando una molécula de oxígeno y liberando un átomo de oxígeno, proceso cíclico que se repite constantemente.

Durante los últimos años, la capa de ozono se ha debilitado formando un llamado "agujero", que en algunos sectores ha producido disminuciones de hasta el 60% en la cantidad de ozono estratosférico. El término agujero se empezó a utilizar porque en las imágenes que representaban las cantidades de ozono sobre un mapa mundi se indicaba con colores más oscuros los valores más bajos, apareciendo unas zonas mucho más oscuras en las áreas polares, especialmente en la Antártida.

Este desgaste del ozono se debe al uso de un componente químico producido por el hombre, los clorofluorocarburos (CFC), procedentes de productos como los aerosoles, disolventes, propelentes y refrigerantes. La acción de estos gases en la estratosfera libera átomos de cloro a través de la radiación UV sobre sus enlaces moleculares; cada átomo de cloro destruye miles de moléculas de ozono, transformándolas en moléculas de dioxígeno. Otros compuestos que afectan la capa de ozono por contener cloro son el metilcloroformo (solvente), el tetracloruro de carbono (un agente químico industrial) y sustancias que contengan bromo.

El nivel excesivo de la radiación UV (especialmente la A y la B) que llegue a la superficie de la Tierra puede perjudicar la salud de las personas en patologías como: aparición de cáncer de piel; lesiones en los ojos que producen: cataratas, la deformación del cristalino o la presbicia; y deterioro del sistema inmunológico, influyendo de forma negativa sobre la molécula de ADN donde se ven afectadas las defensas del cuerpo, las cuales generan un aumento en las enfermedades infecciosas, que pueden aumentar tanto en frecuencia como en severidad, tales como: sarampión, herpes, malaria, lepra, varicela.

Respecto a la fauna, el aumento de los rayos UV daña a los ecosistemas acuáticos. Se ha visto que el daño en algunas zonas de aguas claras alcanza hasta 20 metros de profundidad, siendo su consecuencia la pérdida de fitoplancton (base de la cadena alimenticia marina). Esto es muy perjudicial porque una disminución en la cantidad de microorganismos puede provocar una reducción de los peces y afectar el resto de la cadena trófica. Así, por ejemplo, bajo el agujero de la capa ozono en la Antártida, la productividad de este conjunto de organismos acuáticos disminuyó entre el 6 y el 12 %. También, estos rayos provocan problemas en peces, crustáceos y anfibios durante sus primeras etapas de desarrollo, afectando a sus capacidades de reproducción, y, por lo tanto, reduciendo el tamaño de la población. Además, al escasear el fitoplancton (que son organismos fotosintéticos) los océanos perderían su potencial como recolector de dióxido de carbono, contribuyendo aún más al efecto invernadero.

En cuanto a la flora, está provocando importantes cambios en la composición química de varias especies de plantas (arroz y soya) y árboles (coníferas). Además, está alterando el crecimiento de algunas plantas e impidiendo su proceso de fotosíntesis. Así, por ejemplo, se está viendo afectado el rendimiento de las cosechas.

Me ha llamado la atención este problema medioambiental que es uno de los muchos que sufre la Tierra, nuestro planeta, ya que si reflexionamos, nos damos cuenta de que la Tierra es nuestra “amiga”, es decir, nos previene de situaciones que pueden ser perjudiciales para nosotros. No obstante, si no la cuidamos y no le prestamos la mínima atención, podemos perder esa protección o prevención que nos está dando ante situaciones que no son buenas, y, a la vez, perjudicarnos nosotros mismos. Creo que la mejor forma de asumir una actitud responsable es el fomento y el desarrollo de una educación sustentada en valores y principios ambientales para que nuestras generaciones futuras puedan disfrutar de este maravilloso planeta llamado Tierra.


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