ENTREVISTA A ANTONIO CARVAJAL

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- Sara Bernal:¿Existen cualidades necesarias para escribir poesía?

No lo sé, pero creo que se puede enseñar técnica, pero el arte no se puede enseñar. La poesía utiliza un material mostrenco como la lengua. Cada uno de nosotros tiene una música íntima, no todos hablamos igual, no a todos nos suena la palabra igual. Cada persona debe buscar su forma propia de expresión y tratar de ser la mejor en eso. Y por malo que seas, siempre serás mejor que los que no lo han intentado.

- Natalia Monterroso: ¿Ha empezado ya a escribir esa “poesía cívica de denuncia” de la que ha hablado en alguna ocasión?

Lo último que he escrito ha sido un poema con motivo del cuarto centenario de Las Soledades de Góngora, pero en vez de de un peregrino el náufrago que se queja de la pérdida de amor y de su patria, son unos negros que llegan en una patera a las costas de España y una pobre negra pare al llegar a la costa. Y es que no hay derecho a lo que está ocurriendo. Son un crimen tras otro los que se comenten todos los días. Nos asusta mucho el terrorismo islámico, pero no es menos espantoso el destino de estos pobres creyendo que Europa les va a solucionar su problema vital. Y no hay derecho a lo que la cultura occidental ha hecho con unos pueblos que no se merecían esa peste de crimen que Inglaterra, España, Francia, Alemania y los demás países llamados civilizados hemos llevado a sus territorios. Es una vergüenza. Por tanto, el poema está siempre pendiente de escribir. Ojalá no haya que escribirlo nunca porque las condiciones del mundo mejoren.

- Isabel Espinosa:¿Alguna vez escribió poemas infantiles?

No. Los niños no son tontos. A mí esos poemas infantiles de Gloria Fuertes y compañía no me gustan. Entre otras cosas porque los niños de seis, siete y ocho años, cuando oyen un poema “grande”, lo entienden aunque luego haya que explicárselo más detenidamente. Pero si queréis, podemos cantar entre todos un poema de García Lorca para niños. Con la poesía también se puede jugar… Es un poema de amor... en el que A (él) está en la calle y B (ella), que se supone que está en un balcón…

[Antonio Carvajal terminó esta magnífica lección cantando con todos los alumnos una canción infantil de García Lorca. Fue una auténtica delicia, una verdadera fiesta en la que los alumnos y los profesores asistentes "vivimos la literatura."]

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