ENTREVISTA A JUANA CASTRO, UNA POETA QUE ESCRIBE DESDE SU IDENTIDAD FEMENINA

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Identifica su poesía como “un medio de conocimiento de mí misma y del mundo que me rodea. En el proceso de la escritura es donde voy encontrando las respuestas a la vida” ¿Cuáles son las respuestas que va buscando? ¿Las encuentra?

Las que necesito para ir tomando las decisiones que me plantea la vida, la problemática que me plantea la vida, pero no solo eso, es un vehículo para encontrar los sueños que se tienen de niña y que hay que ir adaptando. Cambia la forma de pensar: hay cosas en las que antes estaba a favor y ahora ya no estoy ni a favor ni en contra... Me he ido haciendo cada vez más comprensiva… La poesía es ese medio de conocimiento por el cual, a través de un verso, una música, una idea, cuando te pones a escribir, vas encontrando las salidas a algo o hacia algún lugar que antes de escribir desconocía.

En su obra Los cuerpos oscuros da voz a aquellas víctimas de alzheimer que han perdido sus recuerdos. ¿Por qué ese interés por dicha enfermedad? ¿Tiene alguna implicación personal para usted?

Sí, hace ocho años le diagnosticaron a mis padres una enfermedad de demencia: alzheimer y otra enfermedad de origen vascular pero que tiene los mismos resultados. Entonces lo he ido viviendo. Hoy en día se viven bastantes años y se puede estar muy bien. Por eso, encontrarme con esa situación, que empeora cada día, me hizo meterme en ese mundo. Por aquel entonces yo vivía aquí y mis padres en mi pueblo, Villanueva de Córdoba. Para no separarlos de su ambiente, mi hermana y yo decidimos ingresarlos en una residencia, pero la experiencia no me gustó. Decidí entonces que vinieran aquí y me hice cargo de ellos, pero como cuidadora principal, puesto que luego cuento con la ayuda de otras personas. Así que, ya que estaba metida en ese mundo, me decidí a contar lo que estaba viviendo: la manera que he tenido de hacer poesía es escribir lo que me sucede. Después, es necesario que esa escritura esté lo suficientemente alejada del tema o del problema, como para que pueda ser valiosa, o poesía tal y como yo la entiendo.

¿Y cómo la entiende?

Entiendo que tiene que ser una obra de arte y que debe traer innovaciones: apoyada en la tradición pero con alguna innovación para que la poesía no se quede estancada. La entiendo también con una música: esa verdad que se busca aparece ligada a esa música. Es ese momento en el que las palabras parecen encajar de manera perfecta en un verso, con los acentos rítmicos donde deben ir. El placer que se siente con ese es como cuando resuelves un problema de matemáticas.

¿Cuáles son los poetas que considera que más le han influido, tanto en el plano personal como en el literario?

Tengo un poco de todo: somos un puzzle construido a través de muchas influencias. Lo que desde pequeña más me ha influido creo que fue la poesía popular, el romancero, y también un poco de toda la tradición clásica española, del barroco sobre todo, porque eran los fragmentos citados en los manuales de literatura, a través de esos fragmentos he ido conociendo un poco de cada autor. Y, desde luego, también las mujeres poetas y escritoras me han llamado la atención, me he sentido unida a ellas: si no hubiese visto mujeres escritoras no me hubiese decidido a escribir. Me han influido sobre todo las Juanas, por llamarse “Juanas”, Juana Inés de La Cruz y Juana de Ibarburu, que era la gran Juana de América cuando yo era pequeña. También Juan Ramón Jiménez, Rosalía de Castro, Góngora…

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