SÉNECA DIGITAL

Revista digital del IES Séneca


mayo de 2007

número 0
ISSN: 1988-9607
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Entrevista

ENTREVISTA A JUANA CASTRO, UNA POETA QUE ESCRIBE DESDE SU IDENTIDAD FEMENINA

Ante un nerviosismo incipiente a causa de nuestro recién estrenado papel de “aprendices de periodista”, nos aventuramos por las calles de la ciudad en busca de la dirección de Juana Castro, una reconocida poeta que ha defendido con ahínco su lucha feminista. Después de una espera que nos hizo sentir como expertas reporteras, Juana, con una amable sonrisa, nos abrió las puertas de su casa y se dispuso a deleitarnos con su presencia y sus palabras.

Lucía López Zurita y Ana Castro Valero
Alumnas del I.E.S."Séneca"

Ha sido premiada en numerosas ocasiones. ¿Qué representa para usted la concesión de un galardón? ¿Se mantiene la misma ilusión inicial?

Sí, la ilusión es siempre grande. Creo que a todos los poetas somos un poco... no ya narcisistas, pero nos gusta que nos quieran, que nos reconozcan. Por ello, cada nuevo galardón es afianzarse en el camino, preguntarse hacia dónde se llega. Cada cual tiene su meta, aunque no sé si los poetas tienen una meta. No lo sé. La mía sería poder quedar en la historia de la literatura; pero a la vez que lo deseo sé que es una cosa imposible. Cuando pasan 50 años de la muerte de alguien, se olvida. Y si no hay otra persona que venga a descubrirlo, desaparece. Somos muchos los poetas. No sabemos dentro de 50 años cuántos quedarán. ¿Y dentro de 500? ¿Y dentro de 1000? Cuando pasa el tiempo, igual que se descomponen los cuerpos y se mueren las plantas, la memoria de los escritores se borra. Pero a pesar de eso, aspiro a quedar en la literatura.

Siempre ha manifestado su deseo de confeccionar una novela. ¿Está ya en camino?

Sí, está siempre. Pero es una cuestión que va y viene: la empiezo, la dejo, la retomo, veo que lo anterior ya no es válido y tengo que empezar de nuevo… Es el mismo tema con diferentes enfoques.

¿Podemos conocer el tema?

No. Hoy día no se puede decir nada; siempre hay algo de autobiografía.

A través del contacto con las aulas, ¿cuál es la visión que tiene del valor del docente?

El valor del profesorado es muy importante, ha habido algunos fallos en la orientación de la educación por las últimas leyes educativas que hemos tenido y que tampoco han sido casuales, porque respondían a un cambio en la sociedad y en la familia española y ahora estamos sufriendo las consecuencias. En general, vamos mal. Debe cambiar la sociedad, la escuela, la ley educativa. Los docentes lo están pasando mal. Yo ya estoy jubilada, pero no he tenido grandes problemas: he trabajado siempre con niños pequeños, sobre los que se tiene una gran influencia. Creo que hay dos tipos de familias o madres: las que siendo muy jóvenes tienen un niño, pero no tienen experiencia ni están preparadas para ser madres, y lo hacen muy mal; y las parejas que deciden tener hijos en una época de estabilidad y madurez, en todos los sentidos ya, además de la laboral. Ésas lo hacen mejor.

¿Qué visión tiene de la juventud?

La visión que tengo no es optimista, es bastante negativa. Es lo que está provocando la globalidad, el consumo… A la juventud le hace faltan grandes ideales, que no hace falta que sean grandes sino una ilusión que no sea material. Si la ilusión de la juventud hoy en día es irse de vacaciones a Miami, comprarse un coche y hartarse de vino, es una ilusión bastante pobre. En tiempos difíciles sale la juventud más potente: la gente se crece y no mira tanto a lo material. A lo mejor es políticamente incorrecto, seguramente, como casi todo, afirmar esto, pero es lo que siento ante lo que me rodea. Seguramente, hay otro tipo de juventud que va aprendiendo a fuerza de encontrarse con el mundo: son pacifistas, colaboran con el tercer mundo, son ecologistas… o puede ser el feminismo en el sentido de estar al lado de las mujeres pobres.


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