SÉNECA DIGITAL

Revista digital del IES Séneca


junio de 2018

Número 6
ISSN: 1988-9607
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ENTREVISTA A MI ABUELA

Por Ángela Calderón Luque (3ºESO-C)

MARÍA MAZUELAS VACAS: “metieron a mi padre en la cárcel solo por escuchar”.
Un viernes por la tarde voy a entrevistar a mi abuela, María Mazuelas Vacas, que nació en Montoro un 25 de noviembre de 1928 (89 años). En esta entrevista se da a conocer su testimonio sobre la guerra civil y cómo toda su familia llegó a sobrevivir a estos horribles tiempos.

¿Qué edad tenías cuando estalló la guerra?
Ocho años.

¿De cuántos miembros constaba tu familia?
De cinco

¿Cómo sobrevivíais?
Comiendo lo que se podía, que era prácticamente nada, ya que no se sembraba, no había carne, ni pescado, ni legumbres, ni aceite, nada. Incluso la gente se comía la comida que encontraba por el suelo o hasta freían las cáscaras de patata. Yo afortunadamente no tuve que recurrir a ello, aunque he de decir que las comidas en aquellos tiempos eran muy escuetas. Un cocido se basaba en garbanzos con caldo y poco más.
Cómo método de supervivencia nos escondíamos bajo los árboles fuera de la vista de los aviones, puesto que unos tiraban bombas y otros comida pero como no sabíamos cuál era el que tiraba comida y cuál tiraba bombas nos escondíamos constantemente

¿Dónde vivías?
Hasta mis ocho años estuve viviendo en Montoro. Estalló la guerra y tuvimos que salir corriendo con un burro hasta Bailén donde viví durante la guerra y luego volvimos a Montoro. La primera noche dormimos bajo un olivo, luego en un cortijo donde estaba toda la gente que había huido. Recuerdo que la carretera antigua de Madrid era un completo hormiguero, todas las familias iban huyendo.

¿Qué fue lo más duro de la guerra desde tu punto de vista?
Nosotros estábamos en un pueblo muy tranquilo, pero una mañana explotó un polvorín, que era donde se almacenaba la pólvora que se usaba para la guerra y eso estaba dentro de Bailén, así que tuvimos que salir de nuevo todos corriendo. La guerra fue mala porque corríamos desesperados y teníamos que ir andando. Pero una vez, viviendo ya en Bailén mi padre trabajaba en una fábrica donde estuvo mucho tiempo y mi madre nos hacía la ropa con enagüillas y el calzado con talegas de lona.

¿Cómo fue la post-guerra?
Fue peor que la guerra porque en esos tres años todo el dinero se había invertido en la guerra y se pasaron mayores necesidades. Recuerdo que una vez una de mis hermanas le dijo a mi madre que por qué no vendía la lana de la almohada para comprar un pan… Veía como la gente moría de hambre andando por las carreteras cayendo muertos en las cunetas. Había cola para enterrarlos. Mi padre era un esqueleto andando en aquella época de hambre, entonces lo llevaron al médico y este le dijo que estaba desgrasado, que comiera palomas con mucho aceite. Esta época de hambre yo no la sufrí porque me fui a Córdoba a servir.
Después de 7 años de haber finalizado la guerra metieron a mi padre en la cárcel por escuchar a unos hombres hablar en el trabajo. Allí estuvo durante 8 meses, hasta que mi madre fue a hablar con un señor al que mi padre le había servido durante mucho tiempo. Este al enterarse le pareció inconcebible que Mazuelas estuviera en la cárcel y le aseguró a mi madre que en tres días estaría de vuelta y así fue. Afortunadamente en esa época ya teníamos huerto y demás y podíamos comer sin la ayuda de mi padre.

¿Fuiste a la escuela? ¿Durante cuántos años?
Sí, fui durante los tres años de guerra en Bailén más ocho meses en Montoro pero luego nos quitaron porque mi padre se fue a trabajar a una finca de olivos y pues tuvimos que ir con él.

¿Tu padre era de algún bando?
No

¿Cuánto le afecto la guerra a tu pueblo?
Bastante puesto que allí estaban los soldados que destrozaron muchas casas, robaron…

Creo que lo que más conmueve de esta historia es que después de 80 años
mi abuela aún recuerda con todo detalle lo sucedido


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