junio de 2018
Número 6
Versión imprimirHASTA ROMA ANDANDO
Marta Lara García (3º ESO C)
Hoy domingo por la mañana vamos a entrevistar a Juan Miguel de la Rosa, quien se fue andando a Roma, tiene 51 años, es de Córdoba, titulado en turismo, guía de turismo y miembro de una unidad de investigación de la Universidad de Córdoba, aparte de ser una buena persona. Afirma que para él su vida cambió completamente durante este viaje: “De todo lo que he hecho en mi vida es de lo que más orgulloso me siento”.
HASTA ROMA ANDANDO: “Buscaba en esta experiencia un encuentro con Dios, que verdaderamente se produjo”
P: Buenos días Juan Miguel, ¿quién o qué fue lo que le animó para hacer este viaje?
R: Ya tenía un precedente anterior al haber ido andando hasta Santiago, haciendo el camino en el 2001, la sensación que me quedó tras esa peregrinación fue tan buena que me hice el propósito de hacer otra más, y con el paso del tiempo decidí hacer la peregrinación hasta Roma. Pasó mucho tiempo hasta que tuve la oportunidad y fue en el 2012. También influyeron otras motivaciones personales.
P: ¿Qué sentido tuvo para usted este viaje? ¿Por qué lo hizo?
R: El sentido de este viaje fue muy distinto y diverso, motivaciones desde el punto de vista personal, inquietud por la aventura, por viajar, andar y también razones espirituales y personales más profundas, que tienen que ver con mi religiosidad y con el hecho de ser cristiano. Quería buscar en esta experiencia un encuentro con Dios, que verdaderamente se produce y de una manera especial. La experiencia de ser cristiano se consigue bajo un sentimiento que se encuentra metiendo la mano en la llaga de Cristo y sentir verdaderamente que esta ahí, no sabes por qué ni como viene, pero yo he tenido oportunidad en esta experiencia de encontrarme y sentir que Cristo estaba a mi lado.
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