SÉNECA DIGITAL

Revista digital del IES Séneca


mayo de 2019

Número 7
ISSN: 1988-9607
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"Sueños", 1896. VITTORIO MATTEO CORCOS (1859-1933)

ACTIVIDAD REALIZADA POR PILAR MOTA EN HISTORIA DEL ARTE

En estas obras se unen arte, literatura y rostro de mujer…….no se puede dar mejor urdimbre para este siglo XIX, donde el arte estaba mutando, donde el acceso a los libros era muy restringido a las mujeres y donde estas empezaban a despertar de su letargo haciendo lo “inapropiado para el momento”.

PILAR MOTA
Su profesora de Arte


Hoy he visto a una joven muchacha sentada en un banco con cara decadente. Se sentaba en una postura algo incómoda para mi gusto y tenía a su lado un sombrero y varios libros. Decidí acercarme a preguntar, ya que tenía una mirada cautivadora, como si en su cabeza estuviese a punto de encontrar la solución a todos los problemas de la humanidad.
- Hola joven, ¿puedo ayudarla? Parece usted algo desconcentrada.
- No, gracias. Y ahora, déjeme en paz- Respondió ella con una mirada impasible y fija en el mismo punto que antes.
Viendo que no se dignaba a mirarme, lo volví a intentar:
• Señorita, ¿para qué son esos libros? ¡Ni que usted fuese un gran científico que fuese a necesitarlos! Al fin y al cabo… es solo una mujer algo maleducada.
De repente, la joven muchacha levantó la mirada y la clavó en las cuencas de mis ojos con cara de desagrado. Lo sabía… era una sufragista de esas.
Seguidamente se levantó y me contestó:
- ¿Qué soy una simple mujer? ¿Me puede usted explicar qué es lo que le hace mejor a usted, como hombre, que a mí, como “simple mujer”? – Dijo alzando el tono.
- Bien, todos sabemos que las mujeres estáis hechas para servir a vuestros maridos y limpiar. ¡No sabríais ni lo que hacer con un libro!
- Si no fuera por nosotras, el mundo no funcionaría. Solo tienes que ver a Lisístrata y la revolución que hizo. Sin nosotras, todo se paraliza.
- ¿Lisístrata? ¿¡De qué hablas mujer?!
- Ajá… con que no sabes quién es… Bien, pues use esa superioridad de la que farda para informarse un poco más, yo no pienso malgastar ni un minuto más de mi vida escuchando sandeces. Y ahora, ¡vuelva por dónde ha venido y déjeme en paz!
Y ahí la dejé, leyendo, con la mirada perdida y sin esbozar ninguna otra palabra.

Irene Escudero Urbano 2º Bach A


Sociedad, soy yo la que se ha aburrido de usted.
8-3-1904

Hola, me llamo Julia y me presento porque lo que ve de mí no es más que el reflejo que me ha creado. Reflejo que no me identifica. Reflejo al que quedo subordinada.
Tranquila, sociedad, aún no voy a ponerla en peligro, aún no voy a desestabilizar los pilares que con tanto arraigo ha creado. Sin embargo, deja que me sincere:
Esperando a mi marido quedo en este banco, después de una larga mañana cuidando de los míos.
Lo siento, he mentido…
No tengo marido, ni tengo hijos. De hecho, ni siquiera tengo a los míos, porque ni siquiera soy mía.
A pesar de ello, es la única excusa bajo la que puedo ir caminando por la calle con unos libros, sin ser juzgada. Unos libros que, pese a su voluntad, enriquecerán mi intelecto. El mío y el de innumerable cantidad de “mujeres aburridas” que tarde o temprano le plantarán cara. Tranquila, sociedad, pero agárrese.
Martes, marzo y un sueño que pronto cumpliré.

Elena Sumariva Reyes 2ºA


SUEÑOS

Me dispongo a salir de mi casa con mis neceseres de siempre: mis libros de lectura, mi paraguas y un sombrero para no quemar mi piel blanca. Una vez en la calle, me dirijo a mí parque favorito de siempre, rodeado de niños acompañados por sus padres que miran divertidos como sus hijos se divierten con cualquier nimio detalle. 
Siempre me siento en el mismo banco, ese en el que diviso el parque en una perspectiva tal, que al fondo distingo un grupo de adolescentes que siempre se colocan en el mismo sitio y que parecen estar entretenidos unos con otros. ¿Habrá algo que interese a los jóvenes de hoy en día? ¿Se sentirán a gusto con las leyes impuestas por el gobierno?
Unos metros más allá, en un improvisado campo de tierra, veo unos chicos de alrededor de 10 años que se burlan de una joven de su edad por qué quiere jugar con ellos y con la bola de trapo que tienen. Me siento un poco molesta al ver esa actitud de vanidad, en unos chicos que aún no han madurado, pero que, sea por el motivo que sea, saben que las chicas nunca van a estar a su nivel, y no tienen problema en decírselo a la cara.
En ese momento, decido que, mientras que un sol cálido impacta en mi cara, es un buen momento para coger mi novela futurista y comenzar a leerla. Ambientada en el siglo XX, época que todavía va a tardar en llegar, que habla sobre la primera mujer que consiguió que las mujeres tuviesen voz y voto en la sociedad. Me quedo pensando unos instantes acerca de lo que acabo de leer, y reflexiono el por qué a día de hoy, 7 de febrero de 1865, la sociedad no se moderniza como hace el personaje de Isabel, ¿tan lejos está esa sociedad inventada de la realidad que estoy viviendo?
Miro al frente, y ya no veo a la chica rodeada de hombrecitos prepotentes, si no con su madre y las que parecen sus hermanas, peinándose unas a otras.
¿Serán esos jóvenes que habitan los parques los que hagan que la sociedad prospere y se desarrolle para mejor? ¿Llegará el día en que las mujeres estemos al mismo nivel social que los hombres?

ANA SÁNCHEZ 2º Bach A


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