EXCURSIÓN A LOS PIRINEOS DE 2º BACHILLERATO

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Vueltos al albergue, hubo un corto periodo de tiempo de inusitada tranquilidad. Cuando algunos compañeros se asomaron a la escalera, nos llegaron rumores muy sorprendentes de que doña Buensuceso y doña María Rosa habían movido los muebles de la planta de arriba para impedir a los chicos la salida de sus habitaciones. Habían sacado sus colchones de la habitación y los habían colocado en el pasillo para vigilarnos.Y, por si fuera poco, para terminar, intentaron cerrar con llave nuestra habitación, aunque luego se arrepintieron y la dejaron abierta.
Durante esa noche los cambios de habitaciones fueron continuos por lo que esa noche no se durmió casi nada.

3 de noviembre de 2007

A la mañana siguiente todos estábamos cansados. Después de desayunar se realizó la actividad del salto de la tirolina. Luego fuimos al parque faunístico “La Cuchiana”, donde pudimos ver ciertos ciertos animales y especies vegetales característicos de la zona.

Ese día comimos en el comedor del albergue.

A las cuatro de la tarde hicimos una Gymkhana de actividades para competir en grupo entre nosotros, actividades que favorecieron mucho la convivencia.

Terminada la Gymkhana, doña Buensuceso se tiró por la tirolina, y, al terminar, nos dejó tiempo libre para pasear por el pueblo. Más tarde cenamos y nos fuimos a una fiesta que habían organizado los dueños del albergue.

Acabado el día, y a pesar de ser la última noche, caímos rendidos en la cama debido al “ajetreo nocturno” de la pasada noche.

4 de noviembre de 2007

De mañana, el cuatro de noviembre nos levantamos y desayunamos muy rápido, para que no se nos hiciera tarde para poder llegar a Córdoba temprano, no sin antes despedirnos de Wendy y Antonio. Antes de irnos al autobús, nos hicimos todos una foto como recuerdo en la fachada del albergue.

Durante el camino de vuelta pasamos la mañana dormidos. Conforme se acercaba la tarde, todos nos acordábamos de los momentos vividos y con la pesadumbre de que cada vez estaba más cerca el fin de aquella actividad que fue una gran ilusión para todos nosotros.

Cuando nos fuimos acercando a Córdoba, doña Buensuceso fue valorando y agradeciendo a cada uno de los profesores y ayudantes. Al llegar a su turno recibió un gran aplauso de todos nosotros, ¡justo cuando el Córdoba marcó un gol!. Con su habitual sentido del humor se puso a corearlo por todo el autobús.

En Córdoba nos estaban esperando nuestros padres. Al descender del autobús reinaba en nosotros un sentimiento de felicidad por una parte por volver a ver a nuestros familiares, pero por otra parte teníamos un sentimiento agridulce de que esta actividad había terminado.

Para terminar, me gustaría agradecer en nombre mío y en el de todos mis compañeros a todas las personas que han participado en mayor o menor medida en el desarrollo de esta actividad. Debo aconsejar también la realización de este tipo de actividades, que fomentan valores como el compañerismo y la ayuda a los demás, desgraciadamente perdidos en la sociedad actual. Asimismo estas actividades generan recuerdos inolvidables para toda nuestra vida.

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