febrero de 2012
número 4
Varios alumnos y alumnas
Distintos niveles de ESO y Bachillerato.
[*"Los baúles despedazados de perfume y caoba"*]
[*Variación del poema “Bajo la dulce lámpara”*]
[*Helena Alcolea Ruiz*]
Bajo la débil velael dedo sobre el mapa hacía soñar al muchacho con fantásticastravesíasy una naciente ilusión de aventurasllenaba de oro el añejo mar de los bucaneros.Los navíos, como majestuosos portadores de joyas,eran asaltados por los buques piratas.y las balas, los puñales, las tizonas se clavabanen los cuerpos cansadosy las violentas espadasarrancaban el corazón donde la esperanza lucía como luna en lanoche.Los baúles despedazados de perfume y caobavolcaban el nácar, las telas de seday la plata, no tan cálida como la pasión del corsarioen los delicados amores de las virreinas.Las viejas colonias Veracruz, Santo Domingo,el turquesa Caribe y las islas Antillassaben las vivencias de galeones amantesy Portobelo susurra con los exploradores sus ricos tesoros queson robados de las entrañas de la madre Naturaleza en un río desudor del Sol.Otros tiempos con las susurrantes olas de Poseidónarropadas por la belleza de Anfitrita y el valiente Tritón,el Mare Nostrum brillante por el colorido de los coralesarrastraba su ejército poderoso de criaturasen las silenciosas orillas del mar.Allí Atenas en la primavera egeaacoge en la costa dorada su legado de culturas remotas,recordado en la memoria incansable de los helenos,y la isla chipriotaemerge como el coloso de Rodas sobre las aguas.En el calmado Mármara nace Estambuly Ankara, Urfa, Éfeso, lucen en la oscuridadcomo una estatua rodeada de perfeccióncuyos pies sujetan el Tigris y el Eúfratesallá en el lejano oriente.La mente inquieta atravesaba Jerusalény el lento ocaso abrazaba con un mismo cerco dehospitalidadlos siglos de historia.Al amanecer,surgía Mesopotamia como un ligero recuerdo de extravagancias,y el jardín colgante, verde suspiro fugaz,anhelaba su energía en el tierno calor de las entrañasmientras Sumatra las selvas de especias y esenciasacogía con el fulgor de sus gigantes copas.Chico soñador, bajo la débil velaquizá esperaba un pequeño consueloapenas despierto en él.Mientras las horas transcurrían, ya imaginóque su futuro era aguardar silenciosamente aunque otrosgozaran.Aguardar con un brillo en los ojosy la consumida vela en la mano.
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PALABRAS DE PRESENTACIÓN Felipe Muriel Durán |
SALAMANDRA DE ORO |
ISSN: 1988-9607 | Redacción | www.iesseneca.net |